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El pintor surrealista Dalí nació en Figueres (Girona) en 1904. Se inició en pintura en la Escuela Municipal de Dibujo de Figueres. En 1921 fue a Madrid donde siguió su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Fue en la Residencia de Estudiantes donde conoció a Luis Buñuel y a Federico García Lorca, además de a otros miembros del grupo de la Generación del 27. En esta época su pintura recibe la influencia de Picasso y de la pintura metafísica. Celebró su primera exposición en las galerías Dalmau de Barcelona en 1925.Se traslada a París ingresando en el grupo surrealista en 1929.Allí conoció a Magritte, Arp, Tzara y Gala, esposa del poeta Paul Elouard, quien sería su mujer y musa. De los surrealistas adoptó su teoría del automatismo convirtiéndola en una práctica personal que llamó Método Paranoico – Crítico. Se fundamentaba en el Psicoanálisis y el automatismo representando escenas oníricas surgidas de la mente, en un estado de paranoia aún consciente. Bajo la influencia de Modest Urgell crea imágenes alucinantes muy minuciosas y situadas en espacios desolados. Las figuras que más se repiten son: jirafas ardiendo, cuerpos de figuras humanas con cajones entreabiertos saliendo del cuerpo, relojes y varios objetos blandos. Una de sus mejores obras de ese período es “La persistencia de la memoria” (1931). Al estallar la guerra civil española se traslada a Italia donde estudia la pintura clásica, los maestros del Renacimiento y del Barroco. Inicia una nueva etapa más tradicional, pintando temas religiosos, históricos y alegóricos. En 1933 es expulsado del grupo surrealista por Bretón, acusado de filiación fascista. En 1940 se traslada a Estados Unidos donde vivirá hasta 1955.
Dalí influyó considerablemente sobre la moda y la publicidad norteamericana. En esa etapa sus obras se centran en la figura de su esposa Gala, con gran preocupación por la temática sexual. Regresó a España en 1955 donde se retiró a vivir a Portlligat (Girona). En su vida demostró una personalidad excéntrica y original. Aparte de su obra pictórica, se encargó de la escenografía y del diseño de figurines para ballet. También colaboró en el cine, destacando las películas Un perro andaluz (1929) y La edad de Oro (1930), ambas del director y amigo Luis Buñuel, y Recuerda de Alfred Hitchcock. Realizó muchas esculturas, ilustraciones para libros, carteles y diseños de joyas. Escribió varios volúmenes de su autobiografía titulada Diarios de un Genio (1984). Su extensa obra se encuentra representada en muchos museos de Europa y de Nueva York. En 2014 se ha cumplido el 25 Aniversario de la muerte de Salvador Dalí (1989). España le ha dedicado varias e importantes exposiciones retrospectivas a su genial obra pictórica. En este ensayo sobre su pintura destacamos algunos aspectos de su obra y su particular visión del surrealismo. Así como su difícil relación con el grupo surrealista y su ruptura con su líder: el Papa André Bretón. Gala le advirtió que querían ejercer sobre él una represión similar a la ejercida por su propia familia. Así que, tras ajustar cuentas con su progenitor, hará lo propio con su nuevo padre André Bretón. Ello produjo su ruptura definitiva con el grupo surrealista.
En sus pinturas aparecen la sangre y los excrementos. Lo escatológico desagradó sobremanera a los miembros del grupo surrealista. Aunque lo más grave para ellos era su posición política. Dalí se sentía fuertemente atraído por algunos aspectos de los regímenes totalitarios que en esa época estaban muy en boga. Como, por ejemplo, la élite, la jerarquía, el ceremonial, las fiestas públicas rituales, las liturgias, el fasto y unas fuerzas armadas más suntuosas que eficaces. “Además, -tal como afirmaba Dalí-, yo consideraba a Hitler un masoquista integral, poseído por la idea fija de desencadenar una guerra para perderla luego heroicamente. En suma, se apresuraba a realizar uno de esos actos arbitrarios tan apreciados por nuestro grupo”. Pese a todas sus justificaciones para defender su postura política, al final fue expulsado del grupo surrealista.
El pintor aclara en que consiste el famoso Método paranoico – crítico en su ensayo titulado “La conquistade lo irracional”. Explica: “Toda mi ambición en el terreno pictórico consiste en materializar, (…), imágenes de la irracionalidad concreta… que no se pueden explicar provisionalmente ni deducir por los sistemas de la intuición lógica, ni por los mecanismos racionales.” “La actividad paranoico – crítica es un método espontáneo de conocimiento irracional, basado en la asociación interpretativo-crítica de fenómenos delirantes”. Los fenómenos contienen la estructura sistemática completa y se objetivan por la intervención crítica. Las posibilidades ilimitadas de este método nacen de la idea obsesiva. Estos simulacros esconden “la bien conocida, sanguinaria e irracional chuleta asada que nos comerá a todos”. Como resultado del método paranoico-crítico todas las obras de la época están influidas por la metafísica y los descubrimientos científicos de la era moderna. Dalí experimenta una transformación en su obra artística que describe: “Las dos cosas más subversivas que le pueden ocurrir a un ex surrealista son: convertirse en místico y saber dibujar. Estas 2 formas de vigor me llegaron juntas al mismo tiempo …”(soy) el inventor de la nueva mística paranoico-crítica y (…) salvador de la pintura moderna.” “La profunda crisis del misticismo de Dalí se debe al avance de ciencias específicas de nuestra época, especialmente a la espiritualidad metafísica de la sustancialidad de la física cuántica y (…) a sucesos gelatinosos y sus coeficientes de viscosidad monárquica de toda la morfología en general…”. Aplica el culto al misticismo a su obra. Aunque se define como un “ex surrealista”, lo continúa siendo más que nunca.





