Estaba solo frente a mi otro yo del espejo, él se mantenía en silencio, emulando de forma mecánica cada uno de mis gestos, su cara pétrea y distante me observaba desafiante, retándome a consumar mi acto: lentamente llevé el frío cañón del arma hacia mi cabeza, apoyé la boca del arma sobre mi sien y cerré los ojos, esperando a que el verdugo tirara de la palanca. Y mientras mi mente daba tumbos en medio de la oscuridad, el tiempo se detuvo para mostrarme el periodo más reciente de mi vida.

By Creatius SE7

En casa de herrero, cuchara de palo.

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