Tras la guerra civil, la industria automovilística estaba bajo mínimos. Las materias primas eran escasas para seguir con la producción de vehículos. La industria sobrevivía reparando los coches más nuevos con los materiales de vehículos de antes de los cuarenta. En la España de 1950 sólo circulaban unos 7000 vehículos, diez años después eran ya 50.000.
Los microcoches fueron la opción económica para la movilidad urbana en la España de posguerra. Eran vehículos pequeños y sencillos, adaptados a las necesidades y posibilidades de su tiempo. Las marcas más populares eran Los Acedo de Madrid (1941), los “Camilo” de Barcelona (1943), una especie de motocarros eléctricos carrozados, los triscooter David (1951), los Kapi ((1950-1956)) que tenían muchos modelos: los JUNIOR parecían de TBO (1955-1956) se vendían en la calle Mallorca 80-84. HYMSA fabricaba triciclos, mientras que MT, más conocida como Maquitrans adaptaba antiguos autobuses a trolebuses para esquivar la escasez de combustible. En los cincuenta comercializó también microcoches (1954) y motocarros. Los PTV se fabricaban en Manresa por Automóviles Utilitarios SA (AUSA), mientras que los Goggomovil o “goggos”, de patente alemana, eran fabricados por Munguia SA en Bilbao (1961-1959). Costaban 52.000 pesetas cuando un sueldo base eran unas 1.800 pesetas…pero eran baratos comparados a un coche “normal” que podia llegar a las 100.000 pesetas. Estaban los “soleritas” de los años cuarenta fabricados por un tal Soler en Barcelona…mientras que los Borinot se montaban en Pamplona. El mallorquín Topolino (1951) y los coches huevos Issetta fabricados en Madrid bajo licencia italiana (Salón del Automovil de Turín 1954) tuvieron mucha aceptación en Europa.
Ahora vamos a conocer a dos hermanos, Charles y Gabriel Voisin que habían creado una de las primeras fábricas de aviones del mundo y después triunfaron fabricando lujosos coches…sin embargo ya no tenían cabida en una Europa arruinada. Gabriel Voisin aplicó su experiencia en materiales en el sector aeronáutico para comercializar un coche, bonito y barato (1919) Ahora Gabriel estaba diseñando motos para Gnome & Rhône la mayor empresa de motores de avión que había absorbido a la suya por impago (1945) y trabajaba en un modelo de micro coche. En 1952 se presentó su biscooter en el Salón del Automóvil de París (1950). Era una especie de moto con cuatro ruedas, de ahí su nombre “Biscooter”. Tenía una carrocería de aluminio, transmisión de tres velocidades y un motor Gnome & Rhôde de 125 cc y 9 CV, que le permitían alcanzar los 75 km/h. En 1953 tres ex empleados de Eurot encabezados por Damián Casanova, visitaron a Gabriel Voisin para proponerle vender su vehículo en España…por supuesto, dió su conformidad.
Para comercializarlos se creó Autonacional, S.A. El presidente de la empresa era el alcalde de Sabadell y el presidente de su aeroclub, Josep María Marcet i Coll. Se adaptó su diseño para la normativa española y empezaron a fabricarlo en la planta de Sant Adriá del Besós, en la carretera se Mataró, 74. La carrocería, ¡fabricada por EMTISA era de duraluminio por lo que el coche era muy ligero y además no se necesitaba carnet de conducir! Se hizo un pequeño cambio en el motor respecto al modelo francés. En vez de tener un motor Gnome-Rhóne de 125 cc se le montó uno Hispano-Villiers de 200 cc fabricado en Barcelona bajo licencia inglesa. Era la marca de motores más común entonces para motos y microcoches. El Biscúter se dió a conocer en la Feria de Muestras de Barcelona (1953). Empezó a venderse en 1954 con muy buena acogida. El modelo 100 fue el primer modelo. Tenía capota de lona, no tenía ni puertas ni ventanillas ni marcha atrás y sólo cabían dos personas.
El precio no era ninguna broma: 28.600 pesetas que se irían incrementando periódicamente. Nada barato si tenemos en cuenta que un trabajador normal tendría que ahorrar el sueldo íntegro durante tres años. Su motor de un cilindro y dos tiempos le daba 9 CV de potencia y solo movía la rueda delantera derecha. Se le llamaba “el coche de los pobres” o “Zapatilla”. Pesaba 240 kilos pues la carrocería inicial ´de aluminio se cambió por una de acero. Media 2,56 m de largo. Alcanzaba los 76 km/h. De San Adrián salieron 450 unidades al mes durante el primer año. Después se complicó la cosa porque era muy difícil encontrar recambios. A veces se tuvieron que comprar rodamientos en Francia pasándolos de contrabando escondidos en las ruedas de repuesto.