LA POESÍA “A TIEMPO COMPLETO” EN LA VIDA DE HAROLD ALVA

Poeta de renombres, por eso, la edición de su libro: A tiempo completo, antología poética 1998/2020 (Universidad Nacional del ALTIPLANO Rectorado: mayo 2021) del Harold Alva Viale). Merecido recuento que, hasta aquí, testimonia una entrega al arte verbal hecha por el poeta. Edición de bellezas, solo comparable a las realizadas en los años 20, su pulcritud y cuidado, como acostumbraban los misericordiosos poetas vanguardistas de la lírica peruana, a pesar de la estrechez económica, publicaban su poesía elegantemente.

Harold Alva pertenece a una generación “de los degenerados” ubicable en todas partir de los años 60, hermanado a Arturo Corcuera y al maestro piurano, el hermano mayor: Marco Martos, por su trabajo de orfebre, de quien se aprende el tejer y manejo de las imágenes, cada vez más rindiéndole culto al idioma. Con poetas del 70, Omar Aramayo y Jorge Najar: el verso preciso que escarba las culturas en todos sus adentros. Entre otros, la gran tradición que sigue produciendo la poesía peruana en estos últimos años. Dicen que es de los 90, con cuales se siente bien. Allí nos quedamos.   

Tenía razón el notable poeta César Calvo, “Tú, escribe no más poesía, no te preocupes en la publicación, ella solita busca su edición”.  El contenido de la antología marcha parejo, son 11 estaciones, 11 partes del libro que contienen toda una estructura de muchas vidas que están en la de Harold Alva, como ser viviente que no hace más que saber vivir y en toda la plenitud, como debe de ser, en este globo terráqueo que, nos ofrece la existencia humana.

La biografía poética tiene 11 compartimientos de la azarosa vida del autor, graficada en El libro de los cuervos (1998), luego viene el Libro de la tierra (2000), viene los registros de Sotto Voce (2002), el sorprendente El sonido de la sangre (2006), el fatídico Post Mortem (2008) la intriga en Los extraños (2009), y el libro celebrado Lima (2012), nos encontramos con la Ciudad desierta: apuntes para convivir con el insomnio (2012) luego tenemos Ciudad desierta. Apuntes de Occidente (2014) y vienen los recuentos con Cuaderno de maratón (2015) y Regresiones (2019.

El libro cuenta en la contra tapa unas palabras por el famoso poeta Chileno Raúl Zurita quién celebra esta lírica: “Dentro de una tradición entrañable: la de la poesía peruana, el notable poeta Harold Alva nos muestra un nuevo giro. Estos poemas feroces, angustiados, iluminadores, están condenados a lo que para Borges era la peor de las condenas: están condenados a perdurar”. Teníamos que confirmar y ponernos de acuerdo con el maestro Zurita, y de decirle que realmente está en lo cierto con lo que dice, aplaudimos en lo que habla sobre el autor en cuestión.

Hace años celebramos Lima (ALTAZOR, 2012), y decíamos que, “es la primera parte del proyecto La épica del desastre. Quedarían pendientes: Post mortem, Los ojos de las estatuas y Las vértebras del fuego. Pero, este libro nos interesa como unidad, como construcción sólida que propone una poética dentro de los asedios de una vida: vívida y vivida. Un edifico poético ensamblado con una estructura de emociones: fracasos, gritos de impotencia, éxito y tristeza.”

Seguíamos comentando lo siguiente: “Con este motivo quisiera revisar brevemente esta propuesta desde cinco categorías: manía, norma, carmen, poiésis, el ritmo. Pues Lima, de Harold Alva, no es un poemario, es un libro lleno de matices que hacen posible un vistazo por el origen de las palabras y el mandato rector de nuestros clásicos.” Pero me quedo con la categoría de poiésis, porque toda la obra que testifica A tiempo completo (2021), es integralmente una creación, naturaleza de lo bien nacido, su germen y solicitud es la iniciación y filtro de lo creado con el arte verbal.

Por supuesto, se hace desde el comienzo con una reverencia al idioma en que nos encontramos los hablantes, a la tradición con la belleza de algunos sonetos, “Poeta: por qué la llama doble, / el filo sangriento en tus palabras, / por qué a tu virtud de noble / le acechan imágenes macabras.”  Siempre en todo el itinerario poético están los asedios constantes de estos peligros que el humano enfrenta en su diario vivir.

Un libro en toda la dimensión de la palabra justa, le rinde culto al idioma, en el buen decir, en buen entusiasmo de la emoción de un anunciado o frase que se anime a “pacienciar” la vida (rendirle culto a mirarla en todas sus anchuras) en todos sus lados que tiene existencia e insistencia por quedarnos viviendo en este larga o corta carretera que es vida en la tierra. Un volumen de 208 páginas, de exquisiteces con duras imágenes, de limpias sagas con el lenguaje, de alturados enfrentamientos con la muerte, sobre todo, luchando por la vida que es la poesía. Por supuesto, hay campos de silencios que demanda una diagramación de esta propuesta poética, alturados picos muy altos en una lengua venerable de la poesía. Un lenguaje inmovible que ya lo dijo el maestro Zurita. Libro de que su proyecto de vida es la perduración.

Dimas Arrieta

Dimas Arrieta

Dimas Arrieta Espinoza. Poeta y narrador peruano, Dimas Arrieta Espinoza es profesor en la Universidad Nacional Federico Villarreal.

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