El florilegio con las palabras

Venir a presentar un libro de poesía, Florilegio de mis liras (2022) de Juan Raúl Castillo Navarrete, un docente de viejas lides en la enseñanza. Efectivamente, la docencia nos conlleva a muchas reflexiones, a muchos encuentros con hallazgos inesperados, es decir que va al hilo conductor de todas las interrogantes. ¿Para qué sirve la poesía? ¿Por qué se escribe poesía? ¿Por qué son importantes los poetes? ¿Por qué tenemos que leerlos y escucharlos? ¿Por qué enseñamos, especialmente, la lírica, a los alumnos universitarios?, sencillamente, porque es la clave de la docencia, en todo nivel pedagógico.

Siempre les decimos a los alumnos que, con el arte verbal podemos hablar en el fajín del sinceramiento, muy bien ceñido y sin falsedad. El poeta no miente, no está dotado para entrar sentimientos de mentiras, le saldría un poema que no tiene fidelidad cuando expresa lo que siente; no hay arte más leal, en lo más estricto, en el buen decir la verdad: confesión en poesía, oración creíble.

Los referentes huancabambinos

En el nivel regional y nacional, Huancabamba es la provincia más oriental del departamento de Piura con un legado de artistas que producían un arte verbal deseable a nivel Nacional con orientaciones a nivel Internacional. Veamos, desde la época de la Escuela del Romanticismo, donde sobresale en Piura Felipe Santiago Salaverry, nosotros tenemos en Huancabamba al extraordinario Pedro Elera Medina (quien nació en Sóndor en 1820- y muere en Lima en 1893). Un poeta que por más tragedias humanas publicó en Lima, 1857, en la editorial del Diario El Comercio): Poesía del Ciego Pedro Elera. Inaugurando la presencia de nuestra provincia en la Literatura peruana y Latinoamericana.

Luego en la época vanguardista “promoción de Cesar Vallejo”, nada menos José Eulogio Garrido Espinoza, quien tardíamente publicó (Carbunclos: 1945). Poemas en prosa, que son una delicia de la buena literatura. Luego tenemos a Alfonso Vásquez Arrieta (Canchaque 1918 y falleció en Piura 1976) su obra poética recientemente editada Constancia de la Esperanza (2013, UNFV); su obra comienza con poemario Reflejo en la sombra 1944) una propuesta vanguardista andina y costeña.

Luego tenemos al poeta Armando Rojas Adrianzen (Huancabamba 1945 y muere en París en 1976) poeta con magistrales propuestas sobresalientes en las poéticas a Regionales o piuranas.

En este punto quisiéramos destacar en libro Literatos Huancabambios (2013), de Ricardo La Torre Alvarado donde vemos un trabajo ordenado que trata la producción de los literatos de la sierra de Piura. Ya en la década del 90 apareció Analectas huancabambinas (Piura, 1996) información imprescindible para todo Piuranos que ha nacido en la sierra de Piurana.

Carteristas y función de la poesía

Entonces, también, lo que se busca con la poesía, y a través de ella, poder escuchar todas las estructuras y los recursos fónicos que tiene un idioma. Esto es en el ámbito académico lo que significa aquel que escribe poesía, es involucrarse con el arte verbal, con la esencia del lenguaje. Les decimos a los alumnos continuamente. Ahora les hablo a ustedes en estos momentos para que tengan en cuenta, porque han asistido a una cita de un “confesionamiento” verbal con textos parecidos a una oración, ejemplo a continuación:

“La sonora campana,
tañe por la mañana en la iglesia de San Juan;
se escucha TIN tan, TIN tan, santificadas veces,
elevamos nuestras preces, al celestial Creador;
postrados con gran fervor,
ante el altar bendito con inmensa fe repito, ¡Aleluya Redentor!”

(Pág. 10)

En todos los tiempos, la poesía es el lenguaje, puro y desnudo, blanco y no de colores, ni acepta el claroscuro. Desde su origen es como preguntarse ¿puede alguien definir la memoria de la luz? Es algo inexplicable, y mucho más indefinible, porque ningún poeta osa dar o tener esos conceptos, siempre rehúye, o piensa en su huida antes que llegue al borde de mil conflictos. Pues se trata de ella, la poesía, porque en sus líneas convoca el pasado y el futuro y se tangencia en el presente, es decir, se sale fuera del tiempo y se hace eterno:

“Desapareció la bruma,
se esparció la luz,
en la sagrada hora de la Resurrección;
el Cristo Venerado, ya lejos del suplicio,
en brazos del Misterio,
emprende la Ascensión.”

(Pág. 14)

La poesía es eso, la memoria de la transparencia, hija de la luz. Entonces, ¿qué color tiene la luz? El preguntarse: ¿Cuántas estrellas hay en el universo? ¿Alguien se atrevería a contarlas? ¿Saben cuál es la distancia entre una y otra? ¿Sabemos cuál es la memoria de la Luz? ¿Acaso sabemos con precisión científica cuántos espermas tiene un ser humano? Ahora con la ciencia creo ya se sabe. ¿Cuántos millones posee cada uno? Sus cálculos pueden saber, es decir, decirlo los laboratorios, y eso allí queda.

Todos sabemos que el conocimiento humano es infinito, no nos dice con precisión ¿qué es la poesía? En realidad, es un misterio, no lo sabemos ni queremos saberlo. ¿Alguien ha visto a Dios? Dios es amor, y el amor es de los seres, Dios es la poesía infinita. Eterna, no la vemos solo la sentimos como que hace poemas amor.

Es un arte verbal, solo nos queda decir que es pariente de los astros en su infinito. Una estrella verbal en su estación terrenal, vívida y vivida en la experiencia humana, y hermana universal, porque es el gran misterio de la vida. Padecida y sufrida, son esos jugos que nacen y se hacen para ser el atractivo de seducción de los sentimientos, más íntimos que intimistas, que le toca a cada ser que haya existido en este planeta.

Nos convida a meditar,
este grato acontecer;
siendo elemental entender,
nos negamos aceptar.

En el juego de la vida, se desluce el florecer;
por el más tierno querer,
tórnese el alma dolorida.
Y el corazón amartelado,
sollozos al aire lanza
y al fenecer la esperanza,
¡Ay!… De ser correspondido.”

(Pág. 15)

La existencia e insistencia por vivir se ve en cada vena de algún viviente, en su alquimia verbal, de gozos, de padecimientos y en su gloria por conquistar la palabra adecuada, en su batalla campal con el lenguaje. Única guerra que se debe enfrentar, misión absoluta con la que ha venido a este mundo. El ser humano ha venido a este mundo, no hacer guerras, ni a buscar enemigos. No tiene otro horizonte, otra mira más que esa, porque es un soldado y guerrero verbal, cuya arma de combate, es la palabra:

EL AZUL MARAVILLOSO

Boquita acicalada, manecitas encendidas,
pupilas embellecidas, con el sol de la mañana.

Blanca rosa inmarcesible, en el huerto perdurable,
en el alma insondable, en otros mundos apacibles.

Es la imagen reverente, invisible en el sendero,
es el lejano lucero que rutila en la mente.

(Pág. 18)

Por eso resiste el tiempo, la poesía, y su universo verbal sobrevive y llega hasta el infinito. Es un universo dimensional y en expansión, de reinos y reinados en cada libro, en cada ejecución cuando finiquita algún poema. Lo eterno lo abraza porque no respeta distancias; ella, la poesía, no tiene medida de ciclos biológicos, como mueren los hombres: pasan todos y ella sobrevive más de mil años. Solo nos queda así, la mirada desde lejos, porque va palpitando en el amor.

Su distancia tiene esa duración, su permanencia abriga esa resolución, porque es su misterio. Sagrada y divina naturaleza de siempre, eso es lo que nos enmudece. Cuando queremos definirla, ¿qué es? Y el gran misterio que contiene nos sigue golpeando:

LA HOJA SECA A JUAN SEGUNDO CASTILLO TALLEDO

La hoja seca que devora el viento, ella es la suerte,
ella el calvario, premio justo matizado de tormento
que ya mañana será nuestro sudario.

Hoja moribunda, manchada y mustia,
no admitas la culpa de sentirte tal;
momentos felices, cubiertos de angustia,
te envuelven, te elevan en negro cristal.

La moribunda hoja que exhala ternura,
de tanta injusticia, de tanto lamento,
cae en las sombras de fría sepultura
y presto aclara su comportamiento.

Pero es tarde para homenajearla, no vale el nombre,
el sufrir nos mata, regresar a la vida para disfrutarla,
es inconcebible… ¡Panacea ingrata!

(Pág. 31)

Como siempre lo percibieron los todos los poetas o los clásicos españoles de hace 500 años. Recordemos que hace más de 800 años, en la época medieval, en el verso del Mío Cid que traspasó siglos, culturas, idiomas, países y lenguas: “Lengua sin manos / cómo osas hablar”. Nos dice tanto en poco espacio textual. Nos dijo todo lo que la poesía sabe expresar cuando de decir se trata en una lengua y en un tiempo muy distinto y distante al nuestro. El peso de los que van o están yendo por lo que se fueron.

Libros que sois el vergel;
que engalanan la senda, y nos arrancan la venda,
diseñando el florecer.

Libros que sois agua viva;
que atesoran sapiencia; que describen la vigencia,
en el cosmos de la vida.

¡Libro Misericordioso! que purificas la razón;
que ensanchas el corazón y nos restituyes generosos.
¡Libro Misericordioso! que eres manantial divino;
que esplende el camino y nos inundas de gozo.

(Pág. 56)

Esencia de la poesía en todos los idiomas universalmente es amor, y Dos es el gran poema que está allí que solo los humanos podemos sentirlos. Vallejo lo entendió así: ante tanta “multiplicidad de ritmos” solo hay uno que tiene su origen de ser que es la propia poesía. Entonces ¿qué es el arte verbal? Hace más de dos mil años el buen Aristóteles discutía mucho en su Retórica, para diversificar la variedad de discursos. Por eso, que “mediante el despliegue de un lenguaje que nunca cae en el vicio de las abstracciones y que va permanentemente nombrando escenarios reales…”. Dios es amor, la poesía es la tradición más exacta de ideología santísima, divina y sagrada de Dios.

Bibliografía

Arrieta, D. (2022) Poéticas regionales. Piura, Iquitos y Puno. Lima: libro aún inédito desde 2012.
Castillo, J, (2022) Florilegio de mis liras. Piura: Edición del autor.
Garrido E. J.E., (1945) Carbunclos. Lima: Ediciones del Autor José León
La Torre, R. (196) Analectas huancabambinas. Piura: Ediciones de la Municipalidad.
(2013) Literatos Huancabambinas. Piura: Ediciones de la Municipalidad de Huancabamba.
Vásquez, A. (2013) Constancia de la esperanza. Lima, Editorial Universitaria, UNFV.

Dimas Arrieta

Dimas Arrieta

Dimas Arrieta Espinoza. Poeta y narrador peruano, Dimas Arrieta Espinoza es profesor en la Universidad Nacional Federico Villarreal.

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