Escrit per Ayúdame, oh musa, a recordar el triste destino de la que pudo ser la Ciudad de los Prodigios y ahora languidece bajo el yugo de la más abyecta mediocridad, ayúdame también, oh musa, a contar el lamentable relato de los hombres que pudieron reinar y ahora padecen el extravío y prepotencia de los hombres mediocres. El cronista de este relato vivía en una importante ciudad de Europa Meridional con todo a su favor: buen clima, excelente situación geográfica, prósperos negocios y alta efervescencia intelectual y artística.
Aún así, todo se derrumbó a raíz de la polémica investigación de un prestigioso equipo de sociólogos que elaboró un minucioso estudio demostrando que, pese a sus virtudes, nuestra ciudad poseía el más alto índice de marujas y garrulos por Km 2 de Europa. Su difusión alarmó a las autoridades municipales del momento que contrataron los servicios del prestigioso médico e investigador Dr. Puig Capgrós. Este inventó un fármaco por vía intravenosa que aumentaba la capacidad intelectual y talento de quienes la probaron. Así se abrió la Caja de Pandora con los males que aún nos aquejan.
El resultado del experimento fue catastrófico por sus imprevisibles efectos secundarios. La vacuna incrementó la inteligencia y astucia, pero sólo en negativo. Las mediocridades y nulidades humanas que se la inyectaron se volvieron más astutos e hipócritas para conseguir sus deseos y ambiciones, planificando con éxito estrategias paraconseguirlo. Por lo demás continuaron siendo ignorantes,incultos e indolentes. Obtuvieron sus objetivos derrotando y expulsando de la urbe a todas las personas mejores y más talentosas que ellos. Nadie se libró de su implacable punto de mira siendo condenados al exilio y al ostracismo. Luego detuvieron las vacunaciones evitando que más gente resultara lista como ellos. Necesitaban ciudadanos más patanes y mediocres para trabajar en los comercios y servicios de la citi. Después su ambición colapsó las listas electorales ocupando, tras las elecciones municipales los mejores puestos y enchufando en cargos medios a parientes y amigos con la práctica del nepotismo.
Nada escapa a su ambición: desde el pastel inmobiliario del próximo FORO DEL CONOCIMIENTO GLOBAL a las inacabables obras de la Catedral Neogótica. Terrible fue la represión y expulsión de los intelectuales y artistas sólo comparable con el aplastamiento sistemático de toda iniciativa personal y pensamiento propio. Triunfó la mediocridad y el arribismo más abyecto y una férrea censura informativa. Nuestra ciudad languidece bajo el oscurantismo municipal de sus gobernantes y su burocracia parasitaria y la represión de la Policía Política del Estado. Estalló la más devastadora epidemia: la Mediocridad Institucionalizada. Sus dirigentes con cinismo proclaman la llegada del mejor de los mundos posibles y la culminación de todos los tiempos.
Medrar en la nueva sociedad exige llevar el Carnet del Partido en lugar visible, a ser posible en la boca. Su arrogancia y estulticia provocará una catástrofe humanitaria si la ONU no interviene. Pese al exilio en la ciudad que no puedo nombrar por temor a los fuertes brazos de la Policía Política, no pierdo el tiempo. Con varios compañeros de exilio redactamos un Sistema Filosófico que cuestiona los fundamentos del orden establecido. En lo práctico entrenamos un Ejército Revolucionario que derribará al gobierno. municipal. Pronto nuestra será la venganza y de ellos el rechinar de dientes. Tras su derrota proclamaremos nuestro Credo Revolucionario voz en grito: “Puesto que fuisteis unos miserables arribistas: ¡VÁYANSE Señores MEDIOCRES, VÁYANSE!” Aunque próxima nuestra hora, mientras aún no llega, así languidece, oh musa, la que pudo ser Ciudad de los Prodigios y los hombres que podrían reinar ahora sufren la prepotencia y extravío de los hombres mediocres.