Descripción
Fue Anaxágoras quien, antes de Platón, ya decía que había un orden divino que protegía al universo del caos. En esta sorprendente novela de Dimas Arrieta, ese escudo sideral se posa sobre Lima, epicentro mágico religioso de la América precolombina, cuyo santuario de Pachacamac esconde sabidurías milenarias.
Contra lo que la ciencia occidental afirma y advierte, que cataclismos inevitables destruirían (tarde o temprano) estos predios de Tahulichusco y de la flor de la canela, se alza esta propuesta sobre una conjunción astral que preserva a Lima del apocalipsis sísmico, concediéndole la eternidad. Fascinante profecía.
Juan Ochoa López
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