¿Recuerdan aquella película, maravillosa, del año 1998 protagonizada por Gwyneth Paltrow y dirigida por Peter Howitt?

Una historia que explicaba qué hubiese ocurrido, si esa joven que entra corriendo al metro y logra alcanzarlo, para llegar unos minutos antes a su casa y encontrarse con la sorpresa mayúscula del engaño de su pareja, lo hubiese perdido y hubiese llegado más tarde.

Bien, pues ahora nos llega «Pequeñas casualidades» (Une ode a la vie, es el título original mucho más bonito), dirigido por Olivier Trenier que nos traslada al París de 2052 donde Julia (una excelente Lou de Laâge) celebra su 80 aniversario y a partir de ahí, recuerda cinco momentos de su vida, lo que fue y lo que pudo haber sido si hubiese llegado unos segundos antes o después.

Un film que reflexiona sobre que es lo que condiciona nuestra vida, ¿la casualidad o las decisiones que tomamos?

Con la explosión del multiverso, esta película que está creada como si fuera un caleidoscopio, que crea confusión en algún momento de la película, si no se está lo suficientemente atento a los detalles.

Con un comienzo, donde la caída del muro de Berlín de fondo, un tanto desorganizado, es sin duda el magnetismo de su protagonista Lou de Laâge lo más atractivo de este film que es un quiero, pero no puedo.

By Jordi Izquierdo Berbel

Almacenero en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y crítico de cine.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.